domingo, 20 de agosto de 2017

Tu invierno

Como estar sentada en un suelo frío.

Paredes blancas y al exhalar mi aliento genera humo en el aire.

Todo está muy muy frío

y yo no tengo suficiente ropa.

Es que no vine preparada para esto.

Cuando vi la pequeña puerta de acero no sabía que esperar, pero te aseguro que todo se veía más cálido desde afuera.

Jamás pensé que fueses tan caliente como el verano, pero quizás sí que te parecías a la primavera.

Jamás pensé encontrar en ti el más helado de los inviernos.

"Al menos me dejaste entrar", me repito a mí misma,

pero estoy segura de que no estoy realmente adentro;

siento que estoy en una especie de portal gigante que está entre lo que muestras al mundo

y lo que realmente eres.

Y ahora estoy aquí, mientras cae la nieve a mi al rededor, congelándome.

Sobreviviendo en tu invierno a ver si logro pasar aquí el tiempo suficiente para que me muestres otra puerta.

Y quizás esta no sea de acero, sino de bambú.

Y quizás pueda sentir el calor

que he visto por alguna ventana

y hacerlo tan mio

y conocerlo tan bien

como conozco

tu invierno.

martes, 27 de junio de 2017

Nostalgia

Nostalgia.

Porque no estoy en ningún lado

y al mismo tiempo

dentro de mi mente

en tantos sitios a la vez.

Nostalgia.

Porque voy paseando entre recuerdos

y flotando sobre la nada,

sentada en una nube de incertidumbre.

Nostalgia.

Porque son tantos los nudos en este momento,

tantas las dudas

¿En donde irán a desenredarse?

¿En donde estaré parada la próxima vez que sienta certeza?

Mientras tanto...

Nostalgia.

domingo, 25 de junio de 2017

Lucesitas.

¿Se han dado cuenta de que en el mundo pasan muchas cosas malas?

Hay mucho sufrimiento.

Muchísima gente triste.

Tantos corazones rotos.

Pero ¿Has visto alguna vez esos pequeños foquitos de luz?

Esas ranuritas, donde la misma es tan brillante que la oscuridad desaparece por un rato.

¿Has visto esas lucesitas?

Que le cambian el día a alguien.

Que le sacan una sonrisa a una persona que no se lo esperaba.

Que dan los bue-nos dí-as.

Que te sonríen sin motivo.

Que responden a una pregunta que dejaste en el aire.

Que dan las gracias.

Que admiten que se equivocan.

Que te abrazan, aunque no lo pidas, porque saben de algún modo que lo necesitas.

Lucesitas por aquí, lucesitas por allá.

¿las has visto?

¿no?

Quizás tú eres una de ellas.

miércoles, 21 de junio de 2017

Espinas

Estas cosas, mejor guárdalas para ti misma.

Muestráles las rosas, pero quédate tu con las espinas.

¿Por qué siempre sientes de colores tan intensos?

Y a veces se vuelven pálidos. Entonces se crea esta gama de colores. De sentimientos.

A veces los ahogas. Pero son siempre intensos. Y son tus espinas. Y las guardas en tu gavetero.

¿Habrá alguien que entienda que vienes directo del jardín?

Que aunque tú misma te podes, las espinas vuelven a crecer.

Porque tus espinas son casi tan bellas como tus pétalos. Porque esas espinas te recuerdan lo que has aprendido.

Te recuerdan a lo que antes eras.

Y lo que nunca volverás a ser.

Entiendo que ahora floreciste.

Pero estas cosas, mejor no las guardes para ti misma.

Encuentra a alguien que sepa admirar tus espinas tanto como tu vivaz color.

Y muéstraselas todas.

jueves, 30 de marzo de 2017

Me haces crecer

Tú me has hecho crecer.
              Muchos de mis miedos
me los quité
                    mirándote a los ojos,
                    retándote,
                    retándome,
                    enfrentándote.
Te miré a los ojos,
me dije "yo sí puedo"
y me lancé al vacío.

Tú me has hecho crecer.
             con tu presión
             me has transformado.
Me has hecho conocer cosas de mi que ni yo misma sabía que existían en mi interior.

Tú me has hecho crecer.
             me has dado miedo,
             pero ese miedo
             ha sacado
             el coraje
             que vive
             en mí.

Me has exprimido,
te has reído de mi ingenuidad,
me has sacado lágrimas.
Me las has compensado
con momentos
increíbles.

Me has enseñado a soltar el pasado,
llenándome de presente.

Me has hecho entender que siempre se puede poner mejor,
que aunque piense que estoy en el tope
siempre puedo subir
un poquito más.

Tú me has hecho crecer,
             me has llenado de incertidumbre,
y haciendo que entienda que
                  curiosamente
   en ella se encuentra la magia de la vida.

Tú me has hecho crecer.
Me has dado y me has quitado.
Y por eso te estaré eternamente agradecida.

jueves, 23 de marzo de 2017

Un lugar

¿Cómo serías si fueses un lugar?

¿Cómo sería el clima?

Quizás serías un eterno verano,

o quizás tus cielos estarían nublados,

o lloverías a cántaros de vez en cuando.

¿Cómo serías si fueses un lugar?

Quizás tus atardeceres serían rosados con matices de lila intercalado,

con las nubes más esponjosas

o esas que parecen puestas

de la manera mejor pensada

por un pincel.

¿Cómo serías si fueses un lugar?

¿Tus días serían helados, hechos de ese frío que se te mete por los huesos?

O quizás se sentirían tan calientes como el infierno que se desata cada vez que alguien se enfrenta a sus demonios.

Tal vez, la temperatura sería esa que considero perfecta,

esa que se siente en las mañanas muy temprano,

mientras tomo un sorbo de café.

¿Cómo serías si fueses un lugar?

¿Cómo serían tus caminos?

Quizás estarían rodeados de árboles verdes y floreados.

Quizás a esos árboles se les caerían las hojas,

todo se vería entre naranja y marrón

y se escucharía el sonido de esas hojas crujiendo

cuando las pisas al caminar.

¿Cómo serías si fueses un lugar?

¿Serías ruidoso, lleno de edificios y de arte?

¿El caos y el movimiento serían tu esencia y tu belleza?

O quizás serías silencioso,

escondido,

recóndito

y colgarías tus pinturas solo en la pared de tu casa

y se las mostrarías únicamente a alguien que sepa apreciarlas.

¿Cómo serías si fueses un lugar?

Bah,

te lo pregunto como si eso importara.

Al final, los dos sabemos que no importa el tipo de lugar que fueses...

Al fin y al cabo me gustaría explorarte.

lunes, 20 de marzo de 2017

Dolor

Yo pensaba que conocía el dolor, porque me han roto el corazón muchas veces.

Pensaba que conocía el dolor, porque tantas veces el amor me había decepcionado.

Pensaba que conocía el dolor, porque en tantas ocasiones me llené de expectativas e ilusiones que no se cumplieron.

Pero debo decir,

que no conocí

verdaderamente el dolor,

hasta que fui yo la responsable de causarlo.

Cuando rompes el corazón el dolor es doble.

Porque ya no te decepciona otra persona:
tú te decepcionas a ti mismo.

Y decepcionas a alguien más.

Y apagas el brillo de unos ojos que no son los tuyos

Y el de los tuyos propios.

Apagas las luces. Y luego ves como el otro se va del cuarto, que queda vacío. Y quieres encenderlas de nuevo... pero no puedes.

Yo pensaba que me hacía más fría cada vez que me herían.

Nunca me sentí tan fría como cuando fui yo la responsable de una herida.

Porque ya nadie más te quita la esperanza en el amor...

Te la quitas tú mismo.