Te quiero y es innegable.
Te quiero y creo que no se cómo paso esto. No se sí fue el primer día o el último que nos vimos.
Pero te quiero.
Quererte es lindo.
No me importa decirlo ahora. Te acuerdas de como me daba miedo antes? Pues ya no más.
A veces no se sí está bien decirte que te quiero, porque todavía las inseguridades me comen completita en ocasiones. Pero si mañana te vas y yo me quedo, quiero que sepas que es así.
Y si el tiempo pasa y no eres tu y no soy yo y no somos nosotros, no importa, porque te quise.
Hoy te quiero y no me importa lo que pase el lunes, porque hoy es viernes y tenemos el fin de semana para jugar a querernos.
Y me encantan tus ojos, y me encanta tu sonrisa, y me encanta tu voz y tu olor.
Y no me importa a quien más le encanten todas esas cosas, ni de quien más hayan sido, porque también han sido mías y las he disfrutado al máximo.
Te quiero porque cuando pensé que ya no quería querer a nadie apareciste tu y me di cuenta de que te quería querer a ti.
Y si hoy decides que esto no es lo que pensabas que era ese día de febrero cuando nos conocimos, sólo quiero que sepas que...
Te quiero.
viernes, 26 de julio de 2013
jueves, 2 de mayo de 2013
Vivir el momento
Después de unos cuantos días en los que mi cabeza no me dejaba en paz, finalmente decidí escribir esto que considero es un gran descubrimiento.
En la vida nos pasan cosas malas a veces. Cosas que nos hacen daño, que nos hacen sentir muy mal, incluso a veces nos dejan por el piso y nos cuesta bastante pararnos; pero en algún punto lo logramos y seguimos adelante.
El problema está en que cuando nos caímos probablemente nos dimos golpes y se nos abrieron heridas, y ahora estamos caminando con ellas. Ahora que tenemos una oportunidad de volver a empezar, estamos caminando normalmente, pero si el camino por algún motivo deja de ser absolutamente recto nos empiezan a doler las heridas porque, gracias a las experiencias pasadas pensamos que podemos volver a caernos. Y como no queremos eso, empezamos a desconfiar y a caminar más lento, o saltándonos partes del camino o nos quedamos ahí parados.
Pasé un tiempo ahí parada en mi camino, cuando una conversación muy breve me hizo entender algo muy importante:
Lo que aprendiste de las experiencias del pasado es para usarlo, no para creerlo como una verdad absoluta.
La vida es una locura, pero es muy sabia y te da las herramientas para usarlas en los momentos apropiados, por eso a veces nos pasan cosas malas que nos hacen crecer como personas.
Nadie llega por casualidad. Todo aquel que pasa por tu vida te enseña una lección importante.
Ni pasado ni futuro puedes vivirlos ahora mismo, así que el momento ideal es el presente. Vivelo, disfrútalo, saborea cada instante y confía así después puedas arrepentirte.
Entonces, esta semana aprendí que no puedo tener la guardia en alto todo el tiempo. Aprendí que tengo derecho a ser vulnerable, que puedo abrirme a veces y que eso es lo que me hace ser real.
Esta semana aprendí que lo más importante es vivir el momento.
En la vida nos pasan cosas malas a veces. Cosas que nos hacen daño, que nos hacen sentir muy mal, incluso a veces nos dejan por el piso y nos cuesta bastante pararnos; pero en algún punto lo logramos y seguimos adelante.
El problema está en que cuando nos caímos probablemente nos dimos golpes y se nos abrieron heridas, y ahora estamos caminando con ellas. Ahora que tenemos una oportunidad de volver a empezar, estamos caminando normalmente, pero si el camino por algún motivo deja de ser absolutamente recto nos empiezan a doler las heridas porque, gracias a las experiencias pasadas pensamos que podemos volver a caernos. Y como no queremos eso, empezamos a desconfiar y a caminar más lento, o saltándonos partes del camino o nos quedamos ahí parados.
Pasé un tiempo ahí parada en mi camino, cuando una conversación muy breve me hizo entender algo muy importante:
Lo que aprendiste de las experiencias del pasado es para usarlo, no para creerlo como una verdad absoluta.
La vida es una locura, pero es muy sabia y te da las herramientas para usarlas en los momentos apropiados, por eso a veces nos pasan cosas malas que nos hacen crecer como personas.
Nadie llega por casualidad. Todo aquel que pasa por tu vida te enseña una lección importante.
Ni pasado ni futuro puedes vivirlos ahora mismo, así que el momento ideal es el presente. Vivelo, disfrútalo, saborea cada instante y confía así después puedas arrepentirte.
Entonces, esta semana aprendí que no puedo tener la guardia en alto todo el tiempo. Aprendí que tengo derecho a ser vulnerable, que puedo abrirme a veces y que eso es lo que me hace ser real.
Esta semana aprendí que lo más importante es vivir el momento.
miércoles, 10 de abril de 2013
Inevitable
Me rompieron el corazón.
Todo se puso gris.
Ya no creía en nada.
Ya no creía en nadie.
Todo se volvió en mentiras.
No quería volver a enamorarme nunca mas.
Te conocí a ti.
Todo se puso de colores.
Creo en todo.
Creo en todos.
Todo se volvió en verdades.
No quiero volver a enamorarme nunca más...
Pero contigo es inevitable.
Todo se puso gris.
Ya no creía en nada.
Ya no creía en nadie.
Todo se volvió en mentiras.
No quería volver a enamorarme nunca mas.
Te conocí a ti.
Todo se puso de colores.
Creo en todo.
Creo en todos.
Todo se volvió en verdades.
No quiero volver a enamorarme nunca más...
Pero contigo es inevitable.
lunes, 21 de enero de 2013
1001 héroes
A veces estamos encerrados en nosotros mismos.
A veces existe un señor monstruo llamado "soledad", que nos como desde adentro hacia afuera, haciéndonos repasar doscientas veces las razones por las cuales ahora nuestra compañía es el mismo mostruito. "¿Qué rayos pasó?" Nos preguntamos por enésima vez, viendo al techo como unos idiotas, porque eso es lo que estamos haciendo cuando la soledad decide sentarse en nuestros hombros y pesarnos como piedras. "¿En qué momento cambió tanto todo?" Y efectivamente, cuando miras a tu al rededor, todo ha cambiado. Todo estaba cambiando incluso cuando aquello que te dio el golpe que te devolvió a una realidad (no importa si positiva o negativa) no había cambiado aún. Todo cambia todo el tiempo. Es parte de los procesos "comunes" de la vida (porque nada es común ni pasa por casualidad, estoy convencida). Las sillas no están en el mismo sitio que un mes atrás, quitaron el reloj de la pared y los sustituyeron por un cuadro, sacaron del menú de un restaurant al que vas siempre tu plato favorito... Todo ha cambiado y tú en tu mundo ni cuenta te habías dado. Querido amigo, todo cambia. Todo cambia, todo va, todo viene.
Personalmente mi cambio, ese que me puso al revés el clima normal de mi vida, ese mismo, no lo he superado. Aún me encierro en mi misma de vez en cuando. A veces lloro, a veces duele, a veces me dan ganas de desaparecer, a veces maldigo el día en que esto empezó porque ahora terminó y duele mucho.
Luego me da la gana de hacer un repaso mental de todas las cosas buenas que hay en mi vida, las repaso mentalmente, las visualizo una por una y recuerdo los momentos de antes del principio, y simplemente me doy cuenta de que... Hay demasiadas razones en mi vida para sonreír. Me doy cuenta de que esto fue simplemente obra y gracia del destino, que insiste en ponernos a prueba para hacernos crecer y creer a pesar de que todo se haya hecho polvo. Polvo de hadas será de ahora en adelante para mi el resultado de cada "desastre" que ocurra en mi vida.
A veces nuestros corazones se rompen, a veces nosotros nos rompemos... Pero siempre hay pega. Sonríe, porque aunque a veces tengas que ser tu propio héroe, te apuesto que si pones atención a las cosas excelentes que hay en tu vida, te darás cuenta de que ha habido 1001 héroes que se merecen que ahora tú les saques una sonrisa.
A veces existe un señor monstruo llamado "soledad", que nos como desde adentro hacia afuera, haciéndonos repasar doscientas veces las razones por las cuales ahora nuestra compañía es el mismo mostruito. "¿Qué rayos pasó?" Nos preguntamos por enésima vez, viendo al techo como unos idiotas, porque eso es lo que estamos haciendo cuando la soledad decide sentarse en nuestros hombros y pesarnos como piedras. "¿En qué momento cambió tanto todo?" Y efectivamente, cuando miras a tu al rededor, todo ha cambiado. Todo estaba cambiando incluso cuando aquello que te dio el golpe que te devolvió a una realidad (no importa si positiva o negativa) no había cambiado aún. Todo cambia todo el tiempo. Es parte de los procesos "comunes" de la vida (porque nada es común ni pasa por casualidad, estoy convencida). Las sillas no están en el mismo sitio que un mes atrás, quitaron el reloj de la pared y los sustituyeron por un cuadro, sacaron del menú de un restaurant al que vas siempre tu plato favorito... Todo ha cambiado y tú en tu mundo ni cuenta te habías dado. Querido amigo, todo cambia. Todo cambia, todo va, todo viene.
Personalmente mi cambio, ese que me puso al revés el clima normal de mi vida, ese mismo, no lo he superado. Aún me encierro en mi misma de vez en cuando. A veces lloro, a veces duele, a veces me dan ganas de desaparecer, a veces maldigo el día en que esto empezó porque ahora terminó y duele mucho.
Luego me da la gana de hacer un repaso mental de todas las cosas buenas que hay en mi vida, las repaso mentalmente, las visualizo una por una y recuerdo los momentos de antes del principio, y simplemente me doy cuenta de que... Hay demasiadas razones en mi vida para sonreír. Me doy cuenta de que esto fue simplemente obra y gracia del destino, que insiste en ponernos a prueba para hacernos crecer y creer a pesar de que todo se haya hecho polvo. Polvo de hadas será de ahora en adelante para mi el resultado de cada "desastre" que ocurra en mi vida.
A veces nuestros corazones se rompen, a veces nosotros nos rompemos... Pero siempre hay pega. Sonríe, porque aunque a veces tengas que ser tu propio héroe, te apuesto que si pones atención a las cosas excelentes que hay en tu vida, te darás cuenta de que ha habido 1001 héroes que se merecen que ahora tú les saques una sonrisa.
domingo, 15 de enero de 2012
Mi verdadera libertad.
Supongo que todos queremos crecer de vez en cuando. Yo quise crecer hasta que se me quitaron las ganas, y ahora quiero retroceder. No sé si serán los momentos que quiero volver a vivir, la poca inocencia que he perdido y quiero recuperar, o las cosas en las que quiero volver a creer. Siento que me he preocupado suficiente por cosas que verdaderamente no son importantes. Siento que el concepto de libertad puede estar equivocado. Para mi, libertad ya no significa “romper las cadenas”. Para mi, libertad ya no significa “no tener ninguna preocupación”, ahora significa preocuparme por lo que es verdaderamente importante. Ya no necesito crecer para ser libre, quizás la verdadera libertad se pierde cuando no nos queda mas opción que actuar como adultos. Como todos, quiero una oportunidad de abrir las alas, equivocarme y valerme por mi misma... mientras tanto, voy a disfrutar de los momentos por vivir, toda la inocencia que aun me queda y las cosas en las cuales creo. Voy a disfrutar de mi verdadera libertad.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
La percepción de la belleza.
Me dieron ganas de ser honesta, así de repente. No sé, últimamente me la paso dándole vueltas a la percepción de belleza. Me di cuenta que estoy cansada de ella, pero que simplemente no puedo dejar de ser su esclava. Estaba pensando "Ojala las estrías fuesen marcas de algún tipo de sacrificio, marcas que demostraran que hice algo bien". Pero no, las estrías no son mas que la evidencia de que crecí y aumente de peso, y nadie me contó que esto iba a pasarme. Es decir, las estrías son las marcas de ser totalmente normal, de comer y no prestarle atención a esas cosas. Cuando creces empieza el problema: "Estoy gorda", "tengo celulitis", "mis piernas son muy grandes". Todo porque queremos ser perfectas, lindas, como nos han dicho que debemos ser. Todas queremos ser así. Entonces empezamos a envenenarnos el cerebro, empezamos a compararnos con todas las demás y con modelos talla 0 que no deben comer nada para estar como están. Luego decimos "A la porquería la dieta, soy como soy" y nos comemos una pizza. Al dia siguiente estamos llorando y no comemos nada. Ojala pudiese decirles que estoy cansada de querer ser perfecta y que voy a dejar de hacer dietas y cosas así, pero, como ya les dije, soy una esclava mas. Por los momentos, voy a pedirle a mi papa que me compre una hamburguesa, y probablemente mañana este muy arrepentida, pero voy a disfrutarla hoy.
sábado, 3 de septiembre de 2011
Vivir.
El color de las flores, el olor de las flores, su textura. Un momento que se detiene en tus labios. Tus ojos, los míos. Otro momento que se detiene en tus brazos. La vida, el miedo. Los amigos, los enemigos. Las sonrisas, las lagrimas. Los momentos en que me escuchan, los momentos en los que me siento hundida. Los momentos en los que me calienta el sol, los momentos en los que me enfría la lluvia. Los kilómetros que no nos separan, los kilómetros que si separan a algunos que se aman. La suerte de estar juntos, el infortunio de que no sea las veinticuatro horas. Soñarte, extrañarte. Las metas, las ilusiones, las esperanzas. El niño que todos llevamos dentro. Los miedos superados. Leer, aprender, escribir. Compartir nuestra pasión. Los momentos de inspiración. Comer bien, comer mal, cuidarse, hacer ejercicio. Divertirse. Disfrutar cada momento. Imaginar nuestro futuro juntos. Tomar tu mano. Desobedecer. Arrepentirse. Saber pedir perdón. No mirar atrás. Gritar. Ver el lado positivo de todo. Disfrutar el silencio, hablar demasiado. Decirle a quienes amas que es así. Avanzar. Sobrevivir a las adversidades. Ser fuerte. Sonreír. Vivir.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)