viernes, 25 de marzo de 2011

Sola.

Tanto dar vueltas para al final descubrir que estaba sola. Sola, como empecé, como probablemente termine descrubiendome una y otra vez... Sola perdida en el tiempo y el espacio. Mi tiempo, mi espacio, ¿o el de los demas? Nunca he logrado descifrarlo. Vivo en mi propia dimensión, una subdivisión de un todo, algo muy pequeño e insignificante, un espacio en el que vivo y soy feliz. Ese espacio, en el que muy pocos logran entrar, pues está cerrado con infinidad de cadenas y candados que lo protegen de aquellos que solo quieran llevarse algo consigo y no dejar nada, llevarse un pedazo de mi corazón, matar parte de mi con ellos, irse sin dejar rastros, felices y llenos de mi. Algunos pocos han logrado entrar. Me han robado las llaves, me las han arrebatado de las manos con una sonrisa, con momentos que endulzan mi vida, que traen sol a esta dimensión invisible. De esas personas algunas se han marchado, dejando huecos en las gruesas paredes de mi mundo, dejandome con la responsabilidad de volver a levantarlas, sola, con miedo y trabajo por delante. Cada vez se me hace mas dificil, por eso las construyo mas gruesas, para que las personas que amo no se escapen... Pero, ¿Por qué? comprendí que si quieren marcharse, no puedo obligarlas a quedarse dentro de este lugar, cuyo cielo se nubla de vez en cuando. Quizás ya no soportaban las repentinas tormentas o el clima cambiante y, por eso, decidieron irse a otro sitio mas tranquilo. Sola, me encontré sola, después de estar confundida y perdida en el aire, que soplaba con fuerza con la intención de hacer que me cayera fácilmente, rendida. Yo me resistí, logré mantenerme de pie, logré, de una manera que yo misma desconozco, luchar contra tal fuerza... Pero cuando miré a mi al rededor, estaba sola, sin nadie que me explicara que había pasado, sin nadie que me protegiera de la tenue brisa que aún me molestaba. Tanto dar vueltas para al final descubrir que nunca encajaré en el rompecabezas porque simplemente no soy una pieza, que seguiré caminando y disfrutando de los paisajes de mi mundo y esperando a que algún día alguien venga a hacerme compañia.