viernes, 25 de abril de 2014

Pueblo chiquito ¿Infierno grande?

¿Por qué la gente siente la necesidad de destruir a otra gente? ¿Cuál es el morbo en hacerle daño a alguien más? Algunas palabras duelen mucho más que cualquier acción.

Somos lo que somos. Nadie tiene por que decirte que ser, quien ser o como serlo. Jamás en mi vida he dejado de escuchar la música que me gusta, leer los libros que me entretienen o ver las películas que me encantan por lo que alguien ha dicho o ha dejado de decir. Jamás he fingido ser una cosa que no soy.

Me dijeron que por que era diferente en Twitter que en la vida real. Luego de analizarlo un buen rato me di cuenta que si bien la persona que me hizo la pregunta no me conoce nada bien, mi respuesta no fue la más adecuada.

Yo nunca soy diferente. Yo soy lo que soy, siempre. Es más, el otro día una amiga me dijo que a mi no me importaba que me escucharan, que simplemente hablaba. Yo jamás soy más simple con nadie. Yo soy yo y ya. Todo el mundo sabe que soy una persona que hace lo que siente cuando lo siente, así eso lleve a las otras personas a decir cosas que no son verdad. Me encanta ser quien soy, y no tengo que demostrarle a nadie que lo soy.

A la persona o las personas que me hicieron las preguntas: No voy a dejar de ser como soy por nada ni por nadie. Digan lo que digan, hagan lo que hagan, yo soy María Clara López Sarría. Y se que tengo los pies sobre la tierra, pero mi cabeza siempre estará volando por las estrellas. Me junte con quien me junte, me pare donde me pare, estoy muy segura de quien soy y de que eso no es lo que lo define. Ni las personas que me rodean, ni los lugares en los que estoy pueden cambiarme.

Y todo esto me lleva a hablarles sobre lo que está pasando estos días, que me da tristeza y a la vez indignación.

De verdad no entiendo que felicidad puede haber en dedicar parte de tu tiempo en publicar cosas de la gente solo para hacerles sentir mal, o para crearles mala fama. ¿No les duele aunque sea un poquito pensar en lo que pueden hacer a una persona con solo unas palabritas? ¿No les da dolor además escribir mentiras? ¿Y por qué hay gente que sigue apoyandolo y fomentandolo?

La mayoría de las personas en Maracay critican tener que vivir esto de “pueblo chiquito, infierno grande”, pero ¿cómo salir de eso si nosotros mismos nos saboteamos con este tipo de cosas que no tienen ningún sentido?

No se si escribir estas palabras va a ayudar a que quienes lo están haciendo reflexionen, pero como las palabras ellos que escriben hacen tanto daño, pienso que todo es posible.

Todos tenemos derecho a ser quienes somos, encontrar nuestro camino a nuestro modo y vivir nuestra propia vida y tomar nuestras propias decisiones mientras no le causemos ningún mal a nadie, y eso es lo que me parece que nos ha costado tanto aprender en esta ciudad.

Somos nosotros mismos, haciendo (o dejando de hacer), son nuestras acciones las que tienen el poder de cambiar las cosas para mejor y para que esto deje que pasar.