jueves, 23 de marzo de 2017

Un lugar

¿Cómo serías si fueses un lugar?

¿Cómo sería el clima?

Quizás serías un eterno verano,

o quizás tus cielos estarían nublados,

o lloverías a cántaros de vez en cuando.

¿Cómo serías si fueses un lugar?

Quizás tus atardeceres serían rosados con matices de lila intercalado,

con las nubes más esponjosas

o esas que parecen puestas

de la manera mejor pensada

por un pincel.

¿Cómo serías si fueses un lugar?

¿Tus días serían helados, hechos de ese frío que se te mete por los huesos?

O quizás se sentirían tan calientes como el infierno que se desata cada vez que alguien se enfrenta a sus demonios.

Tal vez, la temperatura sería esa que considero perfecta,

esa que se siente en las mañanas muy temprano,

mientras tomo un sorbo de café.

¿Cómo serías si fueses un lugar?

¿Cómo serían tus caminos?

Quizás estarían rodeados de árboles verdes y floreados.

Quizás a esos árboles se les caerían las hojas,

todo se vería entre naranja y marrón

y se escucharía el sonido de esas hojas crujiendo

cuando las pisas al caminar.

¿Cómo serías si fueses un lugar?

¿Serías ruidoso, lleno de edificios y de arte?

¿El caos y el movimiento serían tu esencia y tu belleza?

O quizás serías silencioso,

escondido,

recóndito

y colgarías tus pinturas solo en la pared de tu casa

y se las mostrarías únicamente a alguien que sepa apreciarlas.

¿Cómo serías si fueses un lugar?

Bah,

te lo pregunto como si eso importara.

Al final, los dos sabemos que no importa el tipo de lugar que fueses...

Al fin y al cabo me gustaría explorarte.

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